Reglas en el hogar, cómo hacer cumplir reglas a los niños

Todo un reto…. ¿cierto? Estoy segura que el título te atrapó y estás leyendo con sumo interés. Antes de seguir adelante te invito a leer nuestro post anterior vinculado a este mismo tema: Niños desobedientes, niños rebeldes.

Uno de los puntos claves a la hora de establecer reglas es pensarlas con cuidado; luego, como punto no menor es sostener la firmeza a la hora de exigir que se cumplan. Al respecto, establecer diferencia clara – como decíamos en el post anterior- entre lo que no es negociable y lo que sí lo es, es fundamental y lo niños aprenden rápidamente al respecto.

Es verdad que hay una cierta tendencia (que incluso los niños trasladan al discurso) a vernos a los padres y madres como injustos, especialmente cuando las reglas atentan contra el bienestar inmediato (pasar calor, pasar frío, restar tiempo de juegos, no salir etc.), pero hay que establecer el equilibrio y nunca dudar frente a ellos: si reconsideramos algo lo hacemos conscientes que ello será para siempre, lo cual no siempre es malo y muchas veces -a medida que los niños crecen- incluso es saludable porque flexibilizar implica también dar responsabilidades.

Insisto: la clave es el equilibrio. De nada sirve que las reglas sean muchas y ahoguen. Es preferible pocas, claras, firmes y con certeza de cuáles pueden llegar a negociarse y cuáles no. Por último, el broche de oro: predicar con el ejemplo. Si tú no eres constante con determinada regla o hábito el niños tampoco lo será y en esto recomiendo especial atención…; por ejemplo (y quizá no sea el más feliz, pero es muy realista), cuando tu hijo llega a la adolescencia y tú quieres evitar que fume…, no es nada fácil si te ve hacerlo a ti.

Duro. Pero cierto. Es tema de otro post… en el que te invitaré a reflexionar al respecto.